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El panorama de las videoconferencias ha cambiado radicalmente en los últimos años debido al aumento del trabajo híbrido, con una demanda de datos mayor que nunca para soportar más reuniones en línea.
Antes de la pandemia mundial, la mayoría de las reuniones se celebraban internamente y se gestionaban mediante sólidas redes locales. El auge de las tecnologías de reunión y colaboración basadas en cloud, como Zoom, está trasladando esas demandas a la red de la organización, en concreto, al lado público del uso de Internet de las empresas. Esto ejerce una presión de ancho de banda sobre la infraestructura de red, lo que obliga a los equipos de TI a reconsiderar cómo construir una red que pueda hacer frente a los nuevos requisitos.
A continuación se explica cómo crear una red lo suficientemente sólida y flexible para satisfacer las demandas de la red de la organización, ya que las videoconferencias siguen siendo una parte crucial de las actividades empresariales.
Las videoconferencias en directo se realizan mediante la transferencia de paquetes de datos enviados constantemente en tiempo real, lo que genera una enorme carga de trabajo. Cada paquete debe enviarse y recibirse rápidamente y en el orden adecuado para ofrecer una experiencia sonora y visual de calidad. El aspecto en tiempo real de la videoconferencia la convierte en una actividad más intensiva para la red porque, a diferencia de la transmisión de audio y vídeo, no hay búfer que proteja contra la pérdida de paquetes y la consiguiente caída de la calidad por fluctuaciones, pérdida de audio y otras interrupciones.
La buena noticia es que casi todas las redes de organizaciones que funcionaban con éxito antes de la pandemia pueden hacer frente a las demandas actuales de audio y vídeo sin apenas modificaciones. El marco básico a tener en cuenta es que una videollamada típica entre dos puntos utilizará unos 2 Mbps de subida y 2 Mbps de bajada para el ancho de banda de Internet de ambos lados. Esa pauta da suficiente amplitud de transferencia de datos para asegurar que la llamada se ejecuta sin problemas y minimiza la probabilidad de pérdida de calidad u otros problemas que los departamentos de TI tendrían que resolver.
Más allá de este escenario básico de dos puntos de llamada, cuando se piensa en una red que pueda satisfacer las necesidades actuales, la mayoría de los expertos del sector sugieren planificar una utilización concurrente del 5%, es decir, el 5% de la base de empleados que necesita estar en una llamada de videoconferencia en un momento dado. Este marco, junto con un margen adicional del 10% para garantizar una señalización y paquetización adecuadas de las llamadas, puede ayudar a una organización a determinar sus necesidades de trabajo híbrido sin pasarse y pagar por costosas capacidades de ancho de banda que no se utilizan.
Crear una red de organización que pueda satisfacer las necesidades modernas de datos es crucial para el éxito del trabajo híbrido.
Para hacer frente a las modernas necesidades de una red estable, las organizaciones deben evitar las interrupciones, mantenerse informadas sobre los problemas de calidad que afectan a la experiencia del usuario y supervisar el uso general para asegurarse de que se cubren las necesidades de ancho de banda.
La mayoría de las herramientas de comunicaciones unificadas basadas en cloud, como Zoom y Microsoft Teams, disponen de conjuntos de herramientas de datos y análisis para rastrear información sobre llamadas deficientes. Pero las soluciones externas también pueden analizar simultáneamente partes de un entorno de varios proveedores.
Con la información sobre latencia, pérdida de paquetes y fluctuación de fase en la mano, los equipos de TI pueden recurrir a una variedad de remedios, como el uso de la aceleración TCP o la aceleración común del sistema de archivos de Internet, para abordar los problemas de latencia. Una solución habitual para los problemas de pérdida de paquetes es utilizar controles de ruta dinámicos para ayudar a que los paquetes se muevan por la ruta más eficiente posible, de modo que lleguen cuando y donde se necesitan.
Los responsables de la red de datos también pueden establecer protocolos de asignación de ancho de banda que creen una jerarquía de importancia para los distintos flujos de tráfico de datos. Pueden utilizar la red de área local (LAN) o la red de área amplia (WAN) de la organización para dar la máxima prioridad al tráfico que sirve a las plataformas de videoconferencia más utilizadas. Así, el resto del tráfico no podrá consumir el ancho de banda necesario para garantizar llamadas de voz y vídeo de alta calidad.
Diseñar políticas de calidad de servicio (QoS) es también un paso importante en la creación de una red moderna. Empezando por los puntos de acceso LAN, es posible etiquetar los paquetes de una aplicación para que otros dispositivos de la red den la prioridad adecuada a esos paquetes a medida que entran y salen de la red.
La fragmentación de la red es otro método para garantizar una buena experiencia de usuario durante la videoconferencia. Este método separa distintos flujos de tráfico para garantizar que nunca se entremezclen o utilicen ancho de banda necesario para otros usos. La fragmentación permite a los equipos de TI asignar la cantidad adecuada de capacidad de red a cada flujo de uso, sin necesidad de costosas reservas de ancho de banda disponibles en todo momento.
Por ejemplo, cuando se producen interrupciones importantes, una medida inmediata para evitar que las videollamadas se caigan del todo es realizar una anulación para bajar los niveles de calidad de vídeo a 720p o 360p. Los usuarios individuales pueden remediar la situación desenchufando los dispositivos que no necesiten y cerrando las aplicaciones abiertas que no utilicen y que sobrecarguen sus ordenadores.
Siguiendo estos consejos, una organización puede garantizar una experiencia de red fluida a sus usuarios, evitar interrupciones y mantener el tiempo de actividad al máximo. Y con el equipo de videoconferencia adecuado, las organizaciones pueden ayudar a los empleados a colaborar desde cualquier lugar como si estuvieran sentados juntos en la misma sala.