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Las aulas han evolucionado rápidamente para dar cabida a entornos de aprendizaje híbridos. Estos entornos combinan la enseñanza virtual con la presencial, lo que permite a los alumnos asistir a clases en aulas físicas o desde sus propios hogares. La clave para crear un aula híbrida es, por supuesto, una configuración de videoconferencia de alta calidad. A continuación se ofrecen algunos consejos sobre cómo crear un entorno de aprendizaje híbrido eficaz, así como indicaciones sobre cómo la formación tecnológica puede ayudar a todos los implicados a sacar el máximo partido de su experiencia en el aula híbrida.
Cuando las aulas empezaron a ser virtuales, las escuelas y universidades se vieron sometidas a una gran presión para implantar cualquier tecnología que permitiera a los estudiantes unirse a las clases a distancia. Después de haber superado una empinada curva de aprendizaje inicial, muchos educadores quieren ahora asegurarse de que disponen de un sistema de videoconferencia que les permita un entorno de aprendizaje lo más eficaz posible. Teniendo esto en cuenta, a continuación se exponen cuatro consideraciones sobre la configuración de videoconferencias para un aula híbrida:
1. La calidad del sonido puede marcar el éxito o el fracaso de una clase híbrida. Las aulas pueden ser muy ruidosas, con los alumnos revolviendo papeles, colocando sus bolsas en el suelo y moviéndose junto a sus sillas. Lo que puede parecer un bajo nivel de ruido de fondo puede dificultar cada vez más el seguimiento de las clases por parte de los alumnos que se incorporan a distancia. Considere la posibilidad de utilizar una tecnología que pueda resolver este problema tan común. Por ejemplo, una solución como Bose Professional Videobar VB1 excluye automáticamente el ruido y ofrece audio optimizado a todos los participantes.
2. Determine qué tecnología necesitarán los alumnos. Cuando los alumnos se incorporan a clase a distancia, necesitan cierta tecnología para poder participar. Esta configuración incluirá probablemente una cámara de vídeo y un micrófono, así como un ancho de banda de red adecuado para soportar una videoconferencia, y puede que tenga que cumplir ciertos requisitos para ser compatible con el sistema de videoconferencia que el centro haya seleccionado. En el entorno familiar de los alumnos puede haber ruido ambiente que les dificulte oír lo que se dice y concentrarse, por lo que puede resultarles beneficioso utilizar auriculares con cancelación de ruido que bloqueen las distracciones.
Las aulas híbridas dependen de la configuración eficaz del equipo de videoconferencia.
3. El aprendizaje híbrido no es una experiencia única. Los estudiantes con discapacidades pueden no encontrar tan accesible una videoconferencia típica como los demás. Los profesores con discapacidad también pueden necesitar adaptaciones en el lugar de trabajo que les ayuden a utilizar eficazmente la tecnología de videoconferencia necesaria para impartir una clase. Consulta previamente con los estudiantes y los profesores para determinar si existen tecnologías de apoyo que puedan ayudar a todos a participar plenamente.
4. Los distintos espacios pueden requerir soluciones a medida. Lo que funciona bien en una gran sala de conferencias puede no ser ideal para un aula pequeña, y viceversa. Un espacio grande, por ejemplo, se beneficiará de una solución de videoconferencia totalmente integrada con procesadores de conferencia y puntos finales dedicados, así como altavoces y funciones de cancelación de eco. En cambio, una solución de videoconferencia "todo en uno" es más adecuada para aulas pequeñas y espacios de reunión.
Los responsables de TI pueden contribuir en gran medida al éxito de sus aulas híbridas formando a los educadores sobre cómo utilizar eficazmente la videoconferencia en el aula. Como señala EdTech Magazine, es una buena idea ofrecer sesiones de formación tecnológica al profesorado, idealmente utilizando materiales adaptados a un entorno híbrido, para que tengan más confianza a la hora de impartir clases híbridas. Lo mismo puede decirse de los padres o cuidadores responsables de garantizar que sus hijos puedan participar en el aprendizaje a distancia, sobre todo si tienen alguna discapacidad que requiera tecnología de apoyo.
Las escuelas que cuenten con técnicos audiovisuales deben formar a este personal en tecnología de videoconferencia para que puedan ofrecer una asistencia bien informada. Cuando se introduce una nueva pieza de hardware o software, puede afectar al flujo de trabajo del entorno del aula híbrida. Teniendo esto en cuenta, asegúrese de ofrecer sesiones de formación actualizadas si cambia algún aspecto del sistema de videoconferencia o se lanza una nueva función.
A medida que el aprendizaje híbrido se convierta en la norma, será esencial que las instituciones educativas se aseguren de que disponen de una configuración de videoconferencia flexible que pueda ampliarse para el crecimiento futuro. La formación periódica también es fundamental para ayudar al profesorado y a los estudiantes a dominar el aprendizaje virtual. Si se abordan estos dos aspectos de forma proactiva y se mantienen a lo largo del tiempo, los centros educativos pueden estar seguros de que sus aulas híbridas permitirán obtener resultados educativos significativos.
