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El tratamiento acústico mejora algo más que la calidad del sonido

Si cree que la respuesta a "¿Qué es un tratamiento acústico?" es tratamientos para ventanas, estaría equivocado. Es más bien algo que se aplica a una habitación para optimizar su sonido.

Para los músicos, es algo habitual en los estudios de grabación, ya sean profesionales o domésticos. Pero tiene muchos otros usos, además de optimizar una sala para la música. Hay formas de aplicarlo a una gran variedad de entornos en todos los sectores.

¿Qué es el tratamiento acústico?

Podría pensar que la respuesta es insonorización, pero es mucho más que eso. Una definición más precisa es aplicar productos que reducen el sonido o el ruido a suelos, paredes y techos para controlar el sonido y crear un entorno más agradable. 

Ese entorno puede incluir algo tan grande como un gimnasio u otro espacio interior como una piscina escolar, un auditorio corporativo o una cafetería, todos los cuales tienden a tener superficies duras que reflejan el sonido. Esto puede provocar problemas acústicos que una persona normal llamaría ruido. Los locales más pequeños, como bares, restaurantes, lugares de culto y aulas, tienen sus propias características acústicas que también pueden gestionarse optimizando el sonido.

El material del que está hecho un edificio o una sala influye considerablemente en el comportamiento del sonido y el ruido en su interior. Los distintos materiales de construcción tienen sus propias propiedades de absorción acústica. Las superficies duras y planas, como los paneles de yeso, el cristal, las cubiertas metálicas y el hormigón, reflejan el sonido. Un ejemplo obvio es un gimnasio, donde el rebote de las pelotas de balón prisionero reverbera con fuerza. Aunque es probable que a los alumnos que juegan no les importe el ruido, entender qué es un tratamiento acústico puede ser importante si ese mismo gimnasio se utiliza para otras actividades, como asambleas y ceremonias escolares.

No sólo importan las superficies y el tamaño de la habitación, sino también la forma del espacio y las formas dentro de ese espacio. El sonido viajará y rebotará en las superficies de un espacio relativamente vacío en comparación con una habitación llena de objetos diferentes.

¿Cómo quieres que suene tu habitación?

Cuando se prepara un espacio para mejorar el sonido, lo primero que viene a la mente es la tecnología. Sea cual sea el entorno -un auditorio, un lugar de culto o un estudio de música-, lo más probable es que haya mucho cableado, altavoces y micrófonos. Todo ello debe complementarse con un tratamiento acústico. Sin él, el espacio tendrá una respuesta de frecuencia desigual. 

Sin embargo, el objetivo no es necesariamente eliminar toda reverberación y reflexión sonora, sino controlar el comportamiento del sonido para crear un equilibrio sonoro neutro y, por tanto, un entorno más agradable. Esto requiere una combinación de absorción y difusión del sonido.

Para la absorción, se pueden utilizar muchos materiales -el más común es la espuma- para absorber la energía sonora tanto en las frecuencias altas como en las bajas. Un ejemplo de esto último serían los graves, que se pueden "atrapar" utilizando una combinación de materiales duros, blandos, finos y gruesos, e incluso aire en forma de hueco entre la pared y los materiales diseñados para atraparlos.

La difusión utiliza superficies multifacéticas de madera, plástico o poliestireno para dispersar la energía sonora con el fin de controlar mejor y mejorar la calidad en las frecuencias medias y altas.

Un mejor sonido beneficia a muchos

El beneficio más obvio de optimizar un espacio para el sonido es mantener contentos a los demás. Si decides convertir un cobertizo en un local de ensayo musical, por ejemplo, apreciarán tus esfuerzos.

Pero hay muchas otras razones para mejorar la acústica en función del espacio, como la intimidad de los ocupantes, la mejora de la claridad del habla, la mayor calidad de las interacciones y la mejora de los niveles de concentración y productividad de los ocupantes. También puede mantener y aumentar la salud y el bienestar de los ocupantes y evitar la fatiga auditiva, que puede manifestarse de muchas maneras, como presión en los tímpanos, dolor sordo en los oídos, dolores de cabeza e incluso pérdida de audición.

Los distintos espacios tienen requisitos diferentes, sobre todo si se utilizan para varios fines. Un estudio de música doméstico o incluso un estudio profesional tiene requisitos claros para gestionar el sonido desde la fuente hasta el micrófono y controlar cómo se refleja en las superficies. Un auditorio debe tener en cuenta una gran variedad de actuaciones, como presentaciones orales, músicos solistas e incluso orquestas completas. Hay que tener en cuenta una gran variedad de reuniones públicas. Los lugares de culto actuales también pueden ser polivalentes, y no todas las iglesias son edificios construidos a tal efecto.

Una acústica adecuada garantiza que todas las personas presentes en la sala, independientemente de la distancia a la que se encuentren de la parte delantera de la iglesia, puedan oír con claridad todos los elementos del discurso y la música.

Un restaurante es un ejemplo de espacio donde la acústica es importante y pone de manifiesto la necesidad de soluciones creativas para la difusión y la absorción. La mayoría de los restaurantes no se construyen pensando en unas condiciones acústicas favorables debido al uso de materiales duros y no porosos que no absorben el ruido en su interior. En cambio, los sonidos generados por los comensales e incluso la cocina tienden a amplificarse por el reflejo del ruido en el suelo, las paredes y el techo.

Dicho esto, el tratamiento sigue siendo posible y puede resultar estéticamente agradable integrando y colocando paneles en techos y paredes a modo de decoración. Lo ideal es diseñar un restaurante con una buena acústica. Oír el ruido de ollas y sartenes no contribuye a una experiencia gastronómica confortable.

Otros espacios que podrían beneficiarse del tratamiento para mejorar la experiencia de los clientes son las aulas para que los estudiantes se concentren y aprendan, los spas y salones de belleza para fomentar un estado de relajación y las salas de espera de consultas médicas y contables, donde se puede mantener la intimidad del paciente y crear al mismo tiempo un entorno más relajante para las personas que puedan estar ansiosas.

Al igual que hoy en día los espacios se diseñan pensando en la ergonomía y el confort, el tratamiento acústico optimiza los espacios para el sonido, así como para la salud y el bienestar de los ocupantes.

Un escenario de sala de conciertos con piano y equipo de audio.

Una sala de conciertos es sólo uno de los muchos espacios que pueden beneficiarse de un tratamiento acústico.

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